Una red social es una estructura formada o compuesta por individuos u organizaciones que se relacionan con algún criterio. En otras palabras son aplicaciones web que nos permiten mantener contacto con otros a través de Internet.
Por naturaleza los seres humanos tenemos que relacionarnos; estamos en constante interacción con otros, socializando, manteniendo amistades, conociendo nuevas personas, relaciones amorosas, negocios, compartiendo contenido, interactuar; comunicarnos y mantenernos conectados con personas que están lejos o cerca e incluso educarnos.
El tema de las redes sociales es algo de lo que difícilmente nos podemos librar. Es un tema global en el siglo XXI; personas, empresas e instituciones hacen uso frecuente de ellas.
Según un informe de comScore, una compañía de investigación de marketing en Internet; en junio de 2011, 114,5 millones de personas en América Latina, visitó un sitio de red social, representando un 96% de la población online de la región.
Cada persona utiliza como mínimo tres redes sociales, esto sin mencionar que existen personas que crean perfiles falsos aparte de su perfil real.
La imagen pública juega un papel muy importante en cada una de estas redes sociales. Debemos estar conscientes que todo lo que compartimos en nuestros perfiles es público y está al alcance de todo aquel que haga uso del Internet.
Cada fotografía publicada o compartida dirá mucho de nosotros, desde nuestra forma de vestir, hasta el encuadre de la misma. Si queremos tener una imagen profesional o una imagen pública respetable, dependemos de cada una de nuestras publicaciones.
Es importante recordar que a nadie le interesa saber por ejemplo lo que comemos, lo que compramos o incluso nuestro problemas familiares y sentimentales. Eso solo despierta el morbo; o le interesa a quien nos quiere mantener controlados. Solucionemos nuestros problemas en donde hay que solucionarlos. Haciéndolos públicos y en una red social difícilmente encontraremos una solución.
En algún momento escuché a alguien decir que "las redes sociales son el psicólogo para los pobres". Porque te desahogas publicando todo lo que te pasa y no estas pagando por ello. Lo que no nos hemos dado cuenta es que estamos depositando en la alcancía de la reputación, y esa es la que se construye poco a poco en el tiempo.
Es importante recalcar que la información personal, como direcciones, números de teléfono, contactos, familia y similitudes, no se deben compartir en Internet, ya que realmente no sabemos qué tipo de persona está del otro lado y cuáles son sus intenciones.
La mayoría dirá: "Pero es mi perfil, yo publico en él lo que yo quiera". Esta bien y tienen toda la razón, pero existen normas de vida en la sociedad y recordemos que "nuestra libertad termina donde empieza la libertad del otro".
Les comparto un vídeo en donde se realizó un curioso experimento con diversas personas; a ellos se les dijo que un psíquico les leerá la mente y adivinará la vida, muchos quedan sorprendidos, pero no es lo que ellos esperan. Al final del vídeo el truco es revelado.